El primer proyecto que estamos llevando a cabo los alumnos/as de 4 años les conduce a conocerse a sí mismos por fuera y por dentro. Todo comienza a raíz de un cuento en el que vemos características del cuerpo: tipos de pelos, orejas, estaturas, pies, color de piel,...., y que nos plantean distintas dudas: ¿Todos somos iguales? ¿Por qué? ¿Qué tenemos todos? Tras un largo debate, concluimos que todos y todas tenemos pelos, huesos, ojos, orejas, sangre, tripas, uñas, boca, lengua, nariz, manos, pies, barriga, culete,..., pero que cuando nos miramos y nos comparamos no nos parecemos mucho.
Nuestro viaje por el autoconocimiento englobará los rasgos físicos, nuestros gustos y preferencias así como una investigación sobre cómo son sus cuerpos.
PRIMERA PARTE: "POR FUERA"
Lo primero que a ellos les llamó la atención en cuanto a diferencias fue el pelo. Lo primero que hicimos fue ver cuáles eran los colores de pelo que había en la clase (rubio, castaño y moreno) e hicimos equipos según el color del pelo (algunos tenían un pequeño conflicto porque decían que tenían el color de pelo de su amiguito/a con tal de pertenecer al mismo equipo). Comparamos los grupos, los contamos, los comparamos a ver cuál es el más grande y cuál el más pequeño, y lo anotamos en la pizarra:
Además de los colores nos damos cuenta que hay pelos largos, cortos, "tiesos", rizados como muelles,... y que hay otro color que es el naranja (pelirrojo).
Una vez cada uno se ha analizado bien en el espejo...pasamos a pintarnos:
Y así de guapos y guapas quedamos:
Ahora le llega el turno a los ojos. ¿Cómo son? Para ellos es un poco difícil ya que hay muchos que los ve como dos circulillos que hay en la cara. Así que... todos al espejo a ver que vemos:
¡Yo tengo pelillos! ¡Y yo cejas! ¡Y pestañas! A ver qué las vea.
¡Y mis ojos son marrones! ¡Y los míos azules con un puntillo negro!
El descubrimiento fue ideal. Se analizaban, se comparaban, se tocaban (con cuidado de no meterse el dedo).... Y luego pintamos nuestro ojos con ayuda de espejitos por si se nos olvidaba algo:
Y ahora toca jugar con los ojos: ¿Para qué sirven?... ¡Para verte mejor! Jugamos a ver objetos, a no poder ver (gallinita ciega), y a ver las cosas de colores:
Luego tocó jugar con las orejas (el oído). Jugamos al silencio, al ruido, a hacer ritmos, sonidos fuertes y flojitos, escuchamos música descriptiva (Aprendiz de Brujo) y jugamos a adivinar sonidos. En YouTube existen multitud de juegos para adivinar sonidos así como páginas web musicales para jugar en casa. En este blog podéis encontrar multitud de enlaces:
http://educamusicainfantil.blogspot.com.es/
Ahora les tocó jugar con la nariz (el olfato). Tras un debate sobre "para qué sirve la nariz". Llegamos a la conclusión de que la usamos para respirar y para oler. Jugamos a ver que pasa cuando nos tapamos la nariz y luego a investigar con el olfato. Esta fue una experiencia muy divertida para ellos, ya que redescubrían olores y los clasificaban según su buen o mal olor. Los objetos seleccionados fueron: naranja, crema hidratante, colonia de jazmín, clavo, romero, canela, ajo, cebolla y vinagre. Sus rostros reflejan el placer de oler:
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